Hoy caminando por la calle, al ver el aviso de una tienda de celulares, recordaba que ya son 30 años desde que la tecnología arribó al país. En ese momento llegó un mensaje de la operadora, que uso para mi conexión adictiva con el planeta, lo confieso, la oferta era más que tentadora…
El mensaje decía así: Estimado cliente, nuestros archivos detectaron que pertenece al selecto grupo pionero en el uso de esta tecnología, por eso, un exclusivo programador de una novedosa, App le ha invitado a instalar LIFE EDITOR. Úsela a discreción, no se puede desinstalar luego de su primer uso.
Seguí camino a casa, era sábado y tenía espacio en la tarde para hacer las cosas que más me gustan como leer, escribir y disfrutar el uso de mis gadgets tecnológicos.
La idea de instalar la App quedó dando vueltas en mi mente, el nombre era demasiado tentador, LIFE EDITOR, un editor de vida que prometía usar la inteligencia artificial alojada en servidores cuánticos, con posibilidad de desviar el curso del tiempo, navegando a través de conos ovalados superpuestos virtualmente sobre los agujeros negros. No entendía mucho pero sonaba interesante.
Tomada la decisión de instalar la exclusiva App, que no exigía usar tarjetas de crédito y además prometía que sería gratis de por vida, incluso si la edición de tu vida que hicieras fuera extrema.
La única advertencia, de obligatoria aceptación, decía: “Esta app no se puede desinstalar una vez instalada. Solo tiene 30 segundos antes de oprimir NO GUARDAR en los cambios que decida hacer, en caso contrario los mismos quedarán grabados automáticamente y su historia y la de las personas involucradas, serán irreversiblemente cambiadas en base a sus decisiones”
Había otra condición de uso: Podías hacer todas las ediciones de vida que quisieras pero sólo se podrían grabar en una única sesión. No habría oportunidad de editar los cambios que se hayan elegido después de almacenados por la App.
Los cambios de la primera y única sesión una vez guardados serían permanentes y la empresa desarrolladora no podría deshacer ningún cambio realizado en el proceso de edición. El uso de LIFE EDITOR es de vitalicia y exclusiva responsabilidad por parte del usuario elegido.
A pesar de las advertencias y de los descargos de responsabilidad por parte de la App, la curiosidad fué más fuerte que todo eso, instalé la app y me dispuse a disfrutar la aventura que pensaba podría tener para pasar una tarde de sábado diferente.
Al abrir la App, la primera pregunta es elegir tu nombre de usuario y ese sería el primer cambio real e importante , sería un cambio que pudiera impactar tu historia. He escuchado a muchas personas su inconformidad con su propio nombre, el juego podría resolver eso.
La App promete que todos los cambios se verán reflejados en la vida real del usuario.
Aunque no soy amante de mi segundo nombre, preferí pasar por alto esa opción , pulsé "siguiente".
La segunda pregunta es la de tu fecha de nacimiento, podrías editarla pero aquí había un concepto que no conocía: el tiempo de las familias está contado. Y explicaba que los hijos de la misma mamá y del mismo papá tenían una bolsa de años establecidos, de tal manera que al elegir un cambio de tu fecha de nacimiento para tratar de ganar más años, la app lo aceptaría, pero eso iría en aleatorio detrimento de los años de vida de otros miembros de tu familia.
Pulsé “siguiente".
La tercera pregunta era sobre la posibilidad de cambiar tu lugar de nacimiento, lo podías elegir. Claro que eso significaba renunciar a las calles que te rasparon las rodillas, las que firmaste con sangre jugando a la vida. Era renunciar al olor de pan azucarado recién hecho y a las tardes de béisbol en las canchas del colegio con tus amigos. “Siguiente”
El cuarto menú empezaba a ser más complejo, daba la posibilidad de decidir la vida año por año o por épocas de vida, se agrupaban por empleos, pareja, negocios, ciudades, etc.
La App era muy intuitiva y clasificaba los eventos de la vida de la misma manera en la que uno la recordaba. Allí vi una gran oportunidad, pues ya se hablaba de la vida en serio y de algunos arrepentimientos que LIFE EDITOR me brindaba la oportunidad de cambiar.
Elegí la opción 2 : “Épocas”
Allí vi lo poderosa de la Aplicación. Quise eliminar y de hecho lo hice, cosas de las que me arrepentí decir o hacer. Empecé a editar malas decisiones que algunas veces tomé en la vida.
Quise conocer personas que no había conocido y edité (borré) algunos seres que hubiese preferido no conocer.
A medida que transcurría la tarde repasaba lo perfecta que estaba siendo mi nueva vida editada.
Por supuesto , los momentos y las decisiones incómodas eran editables, los negocios donde perdí , fueron borrados. Elegí la opción de Inteligencia Artificial “Siempre Ganar” .
Entré a la parte llamada “amigos” y podía elegir entre dos opciones: Solo Verdaderos o Solo No Traidores, elegí por la segunda.
Finalmente antes de cerrar la configuración de la poderosa App, apareció la más increíblemente opción que jamás hubiese imaginado que pudiese ser creada , se llamaba Lazarus Power x 3 y te brindaba la opción de resucitar a tres personas de tu afecto y restaurar su vida, era maravillosa, estaba feliz.
Disfrutando el portentoso poder que tenía en mis manos, el cual entendí cómo un regalo muy especial y que podría permitirme empezar a vivir más feliz que nunca, tomé la decisión de revisar mi edición de vida antes de pulsar “Guardar”.
En ese momento empezaron a llegar notificaciones que no esperaba: de las aplicaciones de música se empezaron a borrar canciones que amaba, traían en su letra recuerdos y sabores de tardes sin luna y sin amor , pero en las que fui amable conmigo y me perdoné.
Llegaron notificaciones por WhatsApp de afectos que se habían marchado, ahora tenían nuevos dolores y sentí culpa por tratar de traerlas de nuevo, no tenía derecho de hacerlo.
Comprendí que esa decisión era superior a mi felicidad y no tenía derecho a cambiar lo que ya había pasado.
Finalmente mis cuentos ya escritos empezaron a ser incoherentes, las tardes caminando por el laguito se borraron y sobre todo mi necesidad de agradecer cada mañana a Dios se alejaba a medida que jugaba con LIFE EDITOR , eso fue terrible.
En ese momento la confusión fue muy grande , el sueño me venció, ya con muchas elecciones seleccionadas en la App, la regla de los 30 segundos estaba a punto de vencer, cuando mi inquieto gato subió a la cama y en su necesidad de amor se posó sobre mi pecho y afortunadamente sin saber - pienso yo- presionó NO GUARDAR.
Tommy no estaba presente en la vida que estaba editando.
Gracias Tommy por pisar la pantalla en ese momento, cuándo desperté en la pantalla del celular vi el siguiente mensaje:
Sesión concluída con éxito, Ud eligió la opción Forrest Gump : “Life is like a chocolate box”, (la vida es como una caja de chocolates) esta app será desinstalada para siempre.
Que triste sería una vida sin lágrimas.
Nunca instales LIFE EDITOR.
Porque yo sé muy bien lo que haré por ustedes; les quiero dar paz y no desgracia y un porvenir lleno de esperanza -palabra de Yavé- Jeremías 29,11
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