Cuerdas Por Sonar - Poema



Bogotá , 28 de Octubre de 2023

Carlos Uzcátegui

In Memorian Alfredo Enrique Uzcátegui Gil, un alma que siempre canta.




Con miedo al silencio

recuerdo las avenidas vacías, 

con letreros de neón que atravesaban 

calles forradas de neblina.




La nostalgia parece traicionar

mis tardes.  


No quiero caminar de nuevo

por esas losas de cemento,

sin saber que al llegar a casa

estén todos allí.


A la misma casa, al mismo sueño.

A posar para la foto del colegio.

A comprar útiles y creyones.

A esperar al Niño Jesús.



Ver a Maora coleccionando estampillas, 

estrenando la parte nueva de la casa, allí vivía

El Principito trasnochado en la mesa de noche blanca, y

Nino Bravo atrapado en medio de la flor y el papel contact.



Jugar carritos bordeando el bonsai de mandarina.



Oír de nuevo el piano sin cola, con teclas desgastadas, 

para que el Danubio Azul suene al otro lado del mar,

talladas con huellas de tardes enteras, repitiendo la misma partitura,

para amar el río de las hadas.



El otoño llega hermoso ,vivió la primavera a sus anchas

y ahora, después de ver morir el verano,

renace un recuerdo en cada hoja que salta del árbol,

y afina una nueva canción rozando el aire al caer.



Avanza el otoño y la vida empieza a disfrutar el sabor a memorias.

Memorias con vida propia. 

Con sabor a tierra mojada.

Con aroma a albricias de la navidad.

Con recuerdos de piel de amor en las manos.



Y justo antes del invierno se aprende a amar las cosas sencillas,

lo sencillo recupera lo importante que siempre fué.



Devolver la sonrisa a las almas buenas, son muchas más de las que uno piensa.



Ver en cada mujer con las manos cansadas, las mismas manos de tu madre, las que dieron forma a la vida: abrieron camino.


Ver la vida hacia atrás y entender que allí siempre estuvo Dios.

Y ya no se irá. Nunca lo pensó.


La calma de los años abre el corazón. 

Agradecer es alimento para la noche.



Atrévete a escuchar el momento contigo, 

pierde el miedo al silencio interior:

las melodías del alma suenan de nuevo.



Quiero estar en los Bosques de Viena.

 


Aún quedan cuerdas por sonar.

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