Nunca he sido tan feliz con tanto (o con tan poco)
Hay vidas como las de Florentino Ariza
o las del Quijote , que pueden surcar el imponente Magdalena
o navegar por los campos desesperantes y largos como los de La Mancha…
Existe la vida , existe el amor , existen las lágrimas y la risa.
Por encima de todo, está la manera como respiras la vida. Allí es cuando inhalas los colores de la libertad.
Amo la vida y amo el amor, amo amar la vida . Amo el clima de Bogotá, es igual que la vida misma…las cuatro estaciones en un día, en dos horas…impredecible con atardeceres de lujuria, que hacen llorar de envidia a los Bosques de Viena el 15 de Abril.
Que buena suerte la mía haber nacido el día en que lo hice y haber llorado y reído al ritmo de las guaduas a la orilla del río, con los guadales que me tocaron en suerte.
Descubrir las mañanas, encontrar el indescifrable escrutinio del sol iluminando esa montaña nuestra , esperando las oraciones, porque respirar viéndola juntos cambia el mundo.
No me guardo nada, mis rodillas se han estrellado contra el mundo, mis manos han dado forma a las nubes , y este momento donde consigo tus brazos con aroma de café que cambiaron mi manera de soñar, beso los amaneceres con pasión de vida.
Gracias por esa montaña que cuidamos cada mañana, que deja fluir tu agradecer infinito a Dios, y en medio del trasnocho nos arrulla para no olvidar suinmensa responsabilidad de iluminar los caminos de La Mancha o los amaneceres del Río Magdalena, a su antojo , a su manera…
Carlos
Bogotá , 13 de Mayo de 2022
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