Mi vida con Tommy
Un 9 de septiembre , dos días después de haber cremado a Susy (*), llegó por alguna razón obligante del destino, el menor de una familia de gatitos a mi vida.
Sería aburrido contar cómo creció. Lo que si se es que hace parte clave, de la parte NO diseñada de mi vida. El tiene el toque mágico e incomprensible del destino Este extraño ser, de alma forajida y un infinito deseo de amar, desde su inmensa gratitud, a quién le permite ser su eterno cómplice.
Es codependiente en su forma de querer , digno de unas buenas sesiones con el Freud gatuno. A diferencia de los otros gatos de YouTube, Tommy duerme las escasas 6 horas que me permito hacerlo. Permanece despierto e indisolublemente atado a la emoción de vivir.
Es testigo fiel de todo lo que hago y digo. Está conectado a mi manera de caminar, a mis hábitos de todo lo que está incluído en la programación de vida, la de un ser más o menos normal. (Digo yo)
Se acuesta al momento en que lo hago. Revisa mis escritos, corrige mis poemas, escucha mis llamadas y me juzga cuando presiente que me voy de la casa por más de dos horas. Y todo esto lo dice con su mirada desde sus ojos verdes, seria y serena, noble y segura.
No miente, conserva nuestra relación desde la más grande y tierna de las actitudes. Fiel , altivo y dispuesto a darlo todo, por el jamón, su alimento favorito. Y por la certeza que tiene al saberse el rey del mundo , sin fabricarse fantasías, esta casa es su mundo.
Detecta la energía de las personas que conoce. Está dispuesto a devorar a mordiscos a un loco marinero holandés de 7 pies, suelto en Bogotá, o dar los besos más tiernos a la mujer que amo, cuando llega con su divina sonrisa y su lámpara de Aladino llena de las sorpresas más gratas de la vida.
Se llama Tommy, se integró a mi vida hace dos años, y saben una cosa, hoy no concibo este momento del camino sin su respirar y sus bigotes que cada mañana me avisan que el sol va a salir…dentro de dos horas.
Tommy , somos un equipo
Carlos Uzcátegui B
Bogotá , 27 de Mayo de 2022
(*) Susy era una gatica muió de cáncer.
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